La diferencia entre un creativo con ideas y uno con inspiración, es que mientras el primero construye una base solida y realizable, el segundo depende de la situación en que se encuentre, arriesgándose al desmoronamiento de su genialidad en cualquier momento.
Por ello, James Young Webb en su libro “Una técnica para producir ideas” explica de forma clara y sencilla, cómo podemos construir ideas sólidas y creativas. Esta metodología parte de dos principios generales:
- Una idea es una nueva combinación.
- La posibilidad de elaborar nuevas combinaciones aumenta con la capacidad de ver relaciones.
- Recogida de materia prima: Documentarse de forma organizada a través de materiales relacionados con la cuestión.
- Elaboración: Gestión de la información recogida, buscando las relaciones que entre los contenidos puedan existir y generando en tu mente un nivel de conocimiento propio de un experto en el ámbito.
- Sintetización: En esta etapa de incubación hay que poner en marcha la imaginación y capacidad inconsciente de tratamiento de la información, viendo más allá de lo común y sintetizando los conocimientos ya procesados.
- Nacimiento de la idea: Es el momento del ”¡eureka! ¡ya lo tengo!”.
- Configuración y desarrollo de idea final: el último objetivo a cumplir es hacer la idea aplicable para conseguir el objetivo que nos habíamos planteado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario