lunes, 2 de agosto de 2010

La creación de una idea


La diferencia entre un creativo con ideas y uno con inspiración, es que mientras el primero construye una base solida y realizable, el segundo depende de la situación en que se encuentre, arriesgándose al desmoronamiento de su genialidad en cualquier momento.
Por ello, James Young Webb en su libro “Una técnica para producir ideas” explica de forma clara y sencilla, cómo podemos construir ideas sólidas y creativas. Esta metodología parte de dos principios generales:
  1. Una idea es una nueva combinación.
  2. La posibilidad de elaborar nuevas combinaciones aumenta con la capacidad de ver relaciones.
Una vez interiorizadas estas premisas, recorreremos 5 etapas:

  1. Recogida de materia prima: Documentarse de forma organizada a través de materiales relacionados con la cuestión.
  2. Elaboración: Gestión de la información recogida, buscando las relaciones que entre los contenidos puedan existir y generando en tu mente un nivel de conocimiento propio de un experto en el ámbito.
  3. Sintetización: En esta etapa de incubación hay que poner en marcha la imaginación y capacidad inconsciente de tratamiento de la información, viendo más allá de lo común y sintetizando los conocimientos ya procesados.
  4. Nacimiento de la idea: Es el momento del ”¡eureka! ¡ya lo tengo!”.
  5. Configuración y desarrollo de idea final: el último objetivo a cumplir es hacer la idea aplicable para conseguir el objetivo que nos habíamos planteado.
En definitiva, este libro que recomiendo leer a todos, destierra la creencia de que “un creativo nace, no se hace”, así como el clásico estereotipo de creativo descuidado y despreocupado que tiene un trabajo muy cómodo ya que la inspiración le viene de la nada. El creativo en realidad es un speculator, es decir una persona intrépida, especuladora y en constante búsqueda de nuevas combinaciones posibles, cambios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario