sábado, 31 de julio de 2010

¡Gora San Fermín y... Olé!


Llevo ya tiempo diciendo que en Hollywood están faltos de ideas, y con cada nuevo estreno dejan más constancia de ello. Y es que ya no se trata de hacer cine sino de atraer a la gente a él. De esta manera, llegó a nuestras pantallas el simulacro de película que lleva por nombre Noche y día, cuyo mayor atractivo es ver juntos en acción a dos superestrellas como Tom Cruise y Cameron Díaz. Y digo mayor, por no decir único.

El argumento de Noche y día es más simple que el mecanismo de un porrón: un espía de la CIA (Tom Cruise) se fuga con un valioso objeto de investigación al conocer que su compañero planeaba robarlo y vendérselo a un traficante de armas español (Jordi Mollà). Y en medio de este fregado, aparece una bella dama (Cameron Díaz) que se ve involucrada en todo esto por culpa del susodicho espía. Ahora ambos tendrán que escapar de la policía y los mafiosos que les persiguen. Lo mejor de todo, es que para construir esta sesuda historia hayan sido necesarios cinco guionistas. Impresionante.

La película está completamente diseñada para que sus dos protagonistas se luzcan en todo momento. Oportunidad que no aprovecha Cameron Díaz sobreactuando de forma bochornosa durante toda la película. Por su parte, Cruise es el único que salva la situación realizando una digna parodia de uno de sus personajes más famosos, Ethan Hunt.

De esta manera nos zambullimos en una trama llena de acción y en la que no tenemos más tregua que las contadas escenas pseudo-románticas entre los protagonistas. Sin embargo, las explosiones y los tiroteos no pueden maquillar que se trate de un film tedioso y aburrido. Todas estas escenas de acción están rodadas magníficamente pero uno no pude reprimir el sentimiento de que su coeficiente intelectual haya bajado terminar de ver la película.

Tras la cámara sorprende ver a James Mangold, un buen director que ha firmado obras como Inocencia interrumpida, El tren de las 3:10 o el peliculón casi desconocido Copland. Toda una incógnita el porqué se enrolo en el proyecto. Bueno, supongo que él también tendrá facturas que pagar.

Tras ver el resultado final, han tratado de arreglarlo vendiendo Noche y día como una parodia de las películas de acción al más puro estilo de Mentiras arriesgadas. Pero la diferencia entre ellas es que la segunda tiene gracia, es divertidísima y que sus dos horas y diez minutos se pasan volando. Mientras que con la primera no me queda claro cuanto tiene de película de acción convencional y cuanto de comedia.

Aunque debo reconocer que con Noche y día me reí, y mucho. Pero no con sus gags, sino por el desbarajuste cultural que muestra de España. Juro que no pude reprimir las carcajadas cuando vi que los San Fermines se celebraban en Sevilla, junto con unos cuantos gigantes y cabezudos, que sino me equivoco, son más propios de Cataluña. Y todo ello bajo el mayor marco de estereotipo andaluz que uno se pueda imaginar. Vamos, que solo les faltó poner a unas cuantas parejas bailando el chotis al ritmo de una txalaparta.

Los responsables aseguran que su intención no era ofender a nadie, y eso no lo dudo, pero que tampoco planeaban hacer una película histórica. Bueno, vale, pero tanto costaba informarse un poco e irse a rodar a Pamplona, o cambiar toda la secuencia del encierro, que, además, no es que tenga mucho sentido que digamos.

Seguramente, Noche y día sea una de las peores películas que veremos este verano y aún hay más, ya que se rumorea que ésta puede ser la prueba de la que dependa la futurible Misión: Imposible IV. Vamos, que si Noche y día triunfa en las taquillas, se rodará la cuarta entrega. Esperemos que no lo haga.

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