La sinéctica es una técnica creada por William J.J. Gordon quien tuvo como objetivo “descubrir los mecanismos psicológicos básicos de la actividad creadora”
Su esencia según Buckminster Fuller es que todas las cosas, independientemente de su heterogeneidad, pueden ser vinculadas de manera física, psicológica o simbólica.
Por tanto, la sinéctica tiene que ver con la creatividad partiendo de un pensamiento analógico, es decir, de las relaciones de semejanza o equivalencia entre elementos diferentes. En concreto, son 4 los tipos de analogías utilizadas por la sinéctica:
- Analogía personal: los participes han de identificarse con un elemento del problema y se imaginen las reacciones, coportamientos y posturas que adoptarían.
- Analogía directa: emplear en un campo los conocimientos adquiridos y provenientes de otra disciplina.
- Analogía simbólica: sustituir un objeto problemático por una imagen simbólica
- Analogía fantástica: Dejar libre el impulso de la ilusión, determinando como desearíamos que en nuestra fantasía más loca funcionara.
Pero ahora pasemos a la acción ¿cómo desarrollar el método sinéctico?
En primer lugar, este método ha de gestionarse desde un grupo de entre cinco a seis personas, caracterizado por su heterogeneidad para fomentar la diversidad de opinión. Además, existirá un conductor o director del grupo que irá marcando las fases de desarrollo:
- Fase de definición del problema: cada participante elabora una de forma individual para después construir una del grupo.
- Fase de producción de ideas: búsqueda de solución a través de la analogía, así como reflexionando respecto a las soluciones adoptadas, vías empleadas, mecanismos, recursos y proceso seguido.
- Fase convergente: recopilación de ideas y análisis grupal de aplicación juzgando su idoneidad.
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