miércoles, 10 de febrero de 2010

Gutenberg (La imprenta)

Inventor: Johannes Gutenberg 
Nacionalidad: Alemán 
Fecha de nacimiento: hacia 1398 
Fecha de fallecimiento: 1468  
Invento: La imprenta de tipos móviles

Hasta la invención de la imprenta de tipos móviles (1449), los libros eran difundidos a través de...
las copias manuscritas de monjes. A pesar de lo que se cree, no todos ellos sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían. Las ilustraciones y las mayúsculas eran producto decorativo y artístico del propio copista. Cada uno de sus trabajos podía requerir hasta diez años.

No obstante, la imprenta fue inventada por los chinos siglos antes. Se trabajaba el texto en hueco sobre una tablilla de madera, incluyendo los dibujos. Una vez confeccionada, se acoplaba a una mesa de trabajo, también de madera, y se impregnaban de tinta negra, roja o azul (sólo existían esos colores), después se aplicaba el papel y con rodillo se fijaba la tinta. El desgaste de la madera era considerable, por lo que no se podían hacer muchas copias con el mismo molde.

En este entorno, Gutenberg apostó a ser capaz de hacer a la vez varias copias de la Biblia en menos de la mitad del tiempo de lo que tardaba en copiar una el más rápido de los copistas, y que éstas no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas. En vez de usar las habituales tablillas de madera, Gutenberg confeccionó moldes de hierro de cada una de las letras del alfabeto, creando los primeros tipos móviles. Como plancha de impresión, amoldó una vieja prensa de vino a la que sujetaba un soporte con los tipos móviles, dejando el hueco para letras capitales y dibujos. Estos serían añadidos posteriormente mediante el viejo sistema y terminados de decorar manualmente.

Lo que Gutenberg no calculó bien fue el tiempo que le llevaría el poner en marcha su nuevo invento, por lo que antes de finalizar el trabajo se quedó sin dinero. Volvió a solicitar un nuevo crédito a Juan Fust, y ante las desconfianzas del prestamista, le ofreció entrar en sociedad. Juan Fust aceptó la propuesta y delegó la vigilancia de los trabajos de Gutenberg a su sobrino, Peter Schöffer, quien se puso a trabajar codo a codo con él a la vez que vigilaba la inversión de su tío.

Tras dos años de trabajo, Gutenberg volvió a quedarse sin dinero. Estaba cerca de acabar las 150 Biblias que se había propuesto, pero Juan Fust no quiso ampliarle el crédito y dio por vencidos los anteriores, quedándose con el negocio y poniendo al frente a su sobrino, ducho ya en las artes de la nueva impresión como socio-aprendiz de Gutenberg.

Gutenberg salió de su imprenta arruinado y se cuenta que fue acogido por el obispo de la ciudad, el único que reconoció su trabajo hasta su muerte.Peter Schöffer terminó el trabajo que inició su maestro en su ciudad y las Biblias fueron vendidas rápidamente a altos cargos del clero, incluido el Vaticano, a muy buen precio. Pronto empezaron a llover encargos de nuevos trabajos. La rapidez de la ejecución fue sin duda el detonante de su expansión.

Actualmente se conservan muy pocas «Biblias de Gutenberg» y menos aún completas. En España se conservan dos, una incompleta, en la Biblioteca Nacional de Burgos y otra en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.
Esta información ha sido resumida de Wikipedia.

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