sábado, 9 de octubre de 2010

Pinocho del futuro

¿Es un niño? ¿Es un robot? ¡No! Es Astroboy, la película que adapta a la gran pantalla el popular manga de Osamu Tezuka. Estrenada recientemente en nuestro país, se trata de una propuesta simple, pero a la vez, bien construida y sin muchas pretensiones en general, más que las de revivir al viejo personaje robótico y ser un entretenimiento para grandes y pequeños.

Dirigida por el inglés David Bowers, director de Ratónpolis y colaborador de otras cintas de animación como El príncipe de Egipto o Chicken run, Astroboy se queda a medio camino entre el anime y el cine más comercial e infantil. Parece que Bowers ha querido, al mismo tiempo, agradar a los fans pero sin cerrarse la suculenta puerta por la que entran los niños al cine. De esta manera, el film nos presenta una trama sencilla pero fiel al cómic y a las diversas series de animación que siguieron a éste, aunque sin adentrarse en todos los conceptos que Tezuka quiso ofrecer en su historia.


Así, se nos presenta al Doctor Tenma y la desafortunada forma en la que pierde a su hijo Toby en un accidente de laboratorio. Totalmente abatido y sintiéndose culpable por la muerte de su único hijo, decide crear un robot idéntico a él, y dotarle de sus recuerdos y sentimientos. Pero su deseo de recuperar a su retoño no saldrá como esperaba. El “nuevo” Toby no es como el “viejo”, y es que no se puede clonar la personalidad de alguien. Por ello, y tras tomar conciencia de lo que realmente es, Astroboy se verá abocado a un exilio forzoso, mientras trata de buscar su “sitio” en el mundo.

La película es una coproducción entre la compañía hongkonesa Imagi Animation Studios y la estadounidense Summit Entertainment, lo cual ha provocado que los personajes y escenarios se hayan visto “americanizados” en cierta medida, a excepción de Astroboy, quien conserva su diseño original. Aunque, a pesar de ello, todavía se puede respirar un cierto aroma a “anime” en algunos puntos del film, como cuando nuestro héroe de metal sobrevuela las calles de su ciudad, Metrocity. Si bien, la animación no llega a ser demasiado deslumbrante, sus coloridos paisajes y fondos la hacen muy atractiva en el plano visual. A lo que hay que añadir una dosis de acción bien rodada y una buena banda sonora a cargo del siempre fiable John Ottman. Está claro que no es una obra de la “todopoderosa” Pixar, pero al menos Astroboy deja constancia de que también hay vida animada fuera de sus estudios.

En cuanto a la parte dramática, ésta se ve un tanto reducida y simplificada debido a la intención de que el film atraiga a los más pequeños de la casa. Pese a ello, la trama no dejará con “hambre” a los adultos gracias, sobre todo, a sus simpáticos personajes y al buen ritmo narrativo que impera durante todo el largometraje. Y para darle una mayor distinción al producto, los productores recurrieron a una serie de actores famosos para que prestaran su voz a los protagonistas. De este modo, el espectador podrá reconocer durante la película las voces de Nicolas Cage, Kristen Bell, Samuel L. Jackson, Charlize Theron o Donald Sutherland, quien vuelve a hacer de villano una vez más, y es que este hombre ha nacido para ello.

Astroboy es una atrayente película, donde se repasan valores como la amistad, la tolerancia o el pacifismo. Un film apto para todas las edades y que no traiciona ni a las series anteriores ni al manga del que se adapta. Un digno pasatiempo de 90 minutos del que tanto viejos seguidores como jóvenes no conocedores del personaje saldrán satisfechos de él.

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