martes, 30 de marzo de 2010

Inteligencia emocional

En este mes hemos visto muchas referencias a cerca de la Inteligencia Emocional, ¿Cómo la entendemos?

Tomar conciencia del sentido de los sentimientos, es el mismo efecto al que provoca un observador en el mundo de la física cuántica, es decir, transformar el objeto de observación.
Aristóteles, la define como: "enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto".

Podemos decir entonces que es el conjunto de emociones que nos permiten tener las aptitudes necesarias para vivir. Aprendidas en la evolución, en casa, en la escuela, en la infancia, modelando circuitos neurobiológicos, en el desarrollo de hábitos emocionales fundamentales que gobernarán el resto de nuestras vidas.

Autoconocimiento, autocontrol, empatía, el arte de escuchar, resolver conflictos y colaborar con los demás.

Emociones como azar, o inteligencia, conveniencia u oportunidad de expresarlas, tendencia a la impulsividad, depresión, ira, agresividad, ansiedad, falta de disciplina, nerviosismo, o como no inteligencia en la fe, esperanza, la devoción y el amor, o emociones de entusiasmo, tenacidad frente a todo tipo de contratiempos, esperanza en que las cosas irán bien a pesar de las frustraciones, talento razonable y capacidad de perseverar, ante el fracaso conduce al éxito emotivo, ¿quién no se emociona pensando que todos es circunstancial?.

Si las dejamos al azar, dividimos la mente y el cuerpo, en conciencia, sin dualismo, surge la inteligencia la ley universal de la armonía, con la ley individual del libre albedrío, en un orden caótico interactuando, interrelacionándonos, con la inteligencia natural que nos hace emocionarnos con el suceso de un nuevo día., -flujo- en un estado de olvido de uno mismo, donde no existe el ego, la obra creativa exige una entrega sin condiciones.

“He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.” Antoine de Saint –Exupéry, El principito.


Dos mentes correlacionadas, sentir y pensar, (sentí pensar), libro abierto de la vida, que operan para guiarnos a través del mundo, estimulemos las competencias naturales. Feedback, en su sentido original, intestino como intestino, riñón como riñón, corazón como corazón, todos distintos aislados pero actuando en una interrelación perfecta en un todo, como no emocionarse. Intercambio de datos de como funciona una parte de un sistema, con la compresión de que todas las partes están interrelacionadas, de modo que la transformación de una parte puede terminar afectando a la totalidad.
Daniel Goleman, la define, como la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y por último pero no, por ello, menos importante, la capacidad de empatizar y confiar en los demás.
Puesto que la vida es una empresa teleológicamente abierta, todos estamos como seres únicos, individuales, irrepetibles, esculpiendo nuestras emociones con nuestras experiencias.

feliz día! :)

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