Cuando los planes no salen tan bien

“En 1972, un comando compuesto por cuatro de los mejores hombres ejercito americano fueron encarcelados por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidos. Hoy, buscados todavía por el gobierno, sobreviven como soldados de fortuna. Si usted tiene algún problema y se los encuentra, quizás pueda contratarlos… El equipo A.”

Así comenzaba esta mítica serie de los 80 que causó furor en aquella época. Ahora, casi treinta años después de su estreno, los chicos de Hollywood han decidido recuperar a este particular cuarteto y homenajear su memoria con una película. Eso sí, las cosas, respecto a la serie original, han cambiado mucho.

Par empezar, nuestros protagonistas ya no son unos veteranos de la guerra de Vietman, sino de la guerra de Iraq. También han modernizado sus armas, e incluso su forma de hacer las cosas, ya que no deja de llamar la atención que el Equipo A se cargue a los malos, algo que nunca sucedió en la serie.

Al mismo tiempo, se echan en falta algunos elementos identificativos de la serie, como las míticas cadenas de M.A Barracus, las rubias pueblerinas que se ligaba Fénix o los inventos que fabricaban con cuatro chapas y un par de chicles al más puro estilo McGyver (otra serie ochentera, por cierto) al final de cada episodio,...

De esta manera, nos encontramos con unos actualizados personajes que por vicisitudes del destino topan en el camino y comienzan a trabajar juntos hasta que, finalmente, forman un equipo de asalto en la invasión de Iraq. Pero justo antes de regresar a casa son engañados y acusados de aquel delito que nunca cometieron, para acto seguido fugarse e intentar limpiar sus nombres capturando a los verdaderos culpables.

Joe Carnahan ha sido el encargado de llevar a la gran pantalla a este legendario grupo de fugitivos. Un director que cuenta en su registro con películas de la talla de Ases calientes o Narc, pero que en esta ocasión parece que le viene un poco grande el encargo. Carnahan no logra hacer revivir el viejo espíritu del equipo, pese a la cantidad de planes y contraplanes “Hannibalescos”, los guiños a la serie original o el superávit de escenas de acción. Todas ellas espectaculares a la vez que mareantes debido al excesivo movimiento de la cámara. A todo ello, hay que añadir una banda sonora bastante mediocre y un argumento demasiado enrevesado para lo simplón que finalmente es.

Vale que las tramas de la serie original tampoco fueran muy sesudas, pero al menos se camuflaba esa deficiencia con el encanto de sus protagonistas. Algo que no ocurre en la película. El bueno de Liam Neeson es el único que logra pasar el corte con una más que decente actuación del coronel Hannibal Smith. Por su parte, Bradley Cooper encarna a un Fénix muy distinto al original, ya que el viejo Fénix era un galán refinado, un Arturo Fernández cualquiera, vamos. Pero Cooper interpreta un chulo enamoradizo que va de graciosillo. Mientras, Quinton Jackson da vida a un nuevo M.A Barracus mucho menos carismático que el personificado por Mr.T. Y por último, Sharlto Copley es el encargado de sustituir a Dwight Schultz como el capitán Murdock. El sudafricano le pone empeño, pero aún así no logra llegar al nivel de “Loco aullador”.

Mientras que los amantes del cine de acción disfrutarán con ella, los fans de la vieja serie no saldrán tan contentos al ver lo que han hecho con sus personajes. Cierto es que los 80 fueron la etapa dorada de lo hortera y que había que revisionar un poco la historia para adecuarla a nuestros tiempos, pero el nuevo “look” de esta singular cuadrilla seguro que despertará recelos en más de uno. Pese a ello, cumple con su tarea de nublar la mente durante dos horas y ser un pequeño homenaje a esta mítica serie, aunque en esta ocasión no se pueda entonar aquello de: “me encanta que los planes salgan bien”.