lunes, 24 de mayo de 2010

Serendipia: Ideas fruto de la casualidad.


En ocasiones las cosas son más sencillas de lo que parecen, e incluso de la casualidad pueden surgir ideas de lo más inesperadas. A esto se le llama serendipia, palabra creada en 1974 por Horace Wolpone para su cuento “Los tres príncipes de Serendip”, que viene a significar forma de crear de manera azarosa o fortuita.

Este cuento de estilo picaresco narra la historia de tres embaucadores que se hacen pasar por príncipes para vivir a base de astucia y espontaneidad, siguiendo una dinámica de creatividad-supervivencia.

Y es que a lo largo de la historia, muchos inventos y descubrimientos fueron fruto de una serendipia. Podríamos hablar en este sentido del descubrimiento de America, la Penicilina, los post-it, el Principio de Arquimedes con su famoso ¡eureka!, etc. Muchos de estos ejemplos y otros los podéis encontrar en el libro “Los grandes errores de la ciencia”.

En definitiva, la serendipia es el nacimiento de ideas con omisión de cualquier tipo de técnica y fruto de la pura casualidad. Puede surgir cuando buscando la solución para un problema logramos la de otro, o simplemente sin ningún esfuerzo, como fruto de la causa-efecto y el devenir del tiempo, así como de la suerte que corramos.

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